Sinfonía en clave intercultural: la música, ¿puente para el diálogo intercultural? El caso de la orquesta “El Docke musical”
Abstract
Atendiendo a diversas problemáticas sociales, culturales y educativas, hacia mediados de los años ‘90 se comienzan a implementar en nuestro país programas de orquestas infantiles y juveniles, como forma de articular la práctica musical con la integración e inclusión social de los sectores más desprotegidos. Uno de los pioneros es el Proyecto Orquestas Infantiles y Juveniles, que se desarrolló inicialmente en el Programa Zonas de Acción Prioritaria (ZAP) del Ministerio de Educación porteño, dentro del cual se enmarca la Orquesta Juvenil de Villa Lugano, que surgió a fines de 1998. Este proyecto posiblemente se inspire en el Sistema de Orquestas Juveniles venezolano, y tiene por objetivo “atender las consecuencias de las desigualdades sociales, económicas y culturales en el plano educativo que afectan a un amplio sector de la población de la ciudad de Buenos Aires”. Al mismo tiempo se iniciaron proyectos similares en Jujuy, Bariloche (actualmente interrumpido) y Chascomús.
La premisa que guió la idea inicial de mi trabajo fue que la música actúa como un medio de expresión, de comunicación y de vinculación, y que como tal provee a las personas de ciertos elementos que forman parte de la construcción de identidades sociales. A su vez, la realidad contemporánea indica que los flujos migratorios son cada vez más crecientes, por diversos factores, algunos de los cuales mencionaré en este trabajo.