Cultura viva comunitaria: la política del bien común
Date
2013-05-23Metadata
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La aplicación del concepto de gestión compartida y transformadora para los Puntos de Cultura pretende establecer nuevos parámetros para la gestión y democracia entre Estado y sociedad. En lugar de imponer una programación cultural o convocar a los grupos culturales para que digan lo que quieren (o necesiten), preguntamos qué desean. En lugar de entender la cultura como un producto, se le reconoce como un proceso. Este nuevo concepto se expresa con la convocatoria de 2004 para la selección de los primeros Puntos de Cultura. Hemos dado la vuelta en la manera de concertar con los grupos sociales: el Ministerio de Cultura dice de cuánto es su presupuesto y los proponentes definen, desde su punto de vista y necesidades, cómo aplicar los recursos. En algunas propuestas, la parte más significativa del presupuesto se destina a la adecuación del espacio físico, y en otras, a la compra de equipos o –como en la mayoría– a la realización de talleres y actividades continuadas.