Il territorio come cultura
Abstract
La pandemia de la Covid-19 ha vuelto a proponer la centralidad de los territorios como eje vertebrador de la fase de recuperación económica y social. El territorio se entiende no solo como una entidad física y administrativa, sino sobre todo como una construcción cultural donde factores como la solidaridad, la colaboración entre ciudadanos individuales y agregados, la confianza mutua construyen una identidad comunitaria reconocible a la que uno se siente perteneciente. Incrementar la cultura de una comunidad territorial es también el fin último de las políticas públicas culturales. Pero, ¿cómo es posible fomentar la constitución de comunidades conscientes y responsables, de “comunidades patrimoniales”, basadas en el Convenio de Faro, capaces de salvaguardar y valorizar los bienes territoriales? A partir de la experiencia lograda con el proyecto Bella Milano, se plantean modelos de agregación e interacción territorial basados en el reconocimiento de los comportamientos virtuosos de los ciudadanos que involucran, en una alianza ventajosa para todos: voluntarios, administraciones públicas, tiendas de proximidad y empresas locales, no Pro t asociaciones, patrimonio cultural y lugares.